Querías gritar, o tal vez, sonreír. Algo, algo querías hacer. Y una impaciencia comenzaba a comerse lentamente tu paciencia, hasta que llegamos hasta el lugar, el momento en el cual nos hallamos ahora. Y yo te pregunto <<¿Que planeas hacer ahora?>> Y tu me miras sin expresión alguna en tu rostro, y un murmuro dice <<Quiero decirlo>>, en medio de esta lluvia y esta neblina. En este lugar, donde solo vemos un fondo azul obscuro y no vemos nuestros pies. Ah, y ahora... Y ahora es cuando me encuentro tras de ti, empujándote a hablar, a gritar, a decirle "Te quiero". Las dos palabras que nunca habías pensado en decir, con tanto nerviosismo por dentro. Y es que, ahora dices, que hace tres meses seria una locura. Que hace siete meses, jamas habrías imaginado que nos encontraríamos en esta situación tan lastimosa. ¡Oh, y ahora ves a tu mejor amigo, y se lo dices! <<Voy a decirle.>> No falta nada, porque ha comprendido. Y un brillo se apodera de sus ojos, y solamente te dice, sonrientemente: <<Lo que tengas que hacer... Ten suerte>>.
¿Puedes sentirlo? Ese vacío dentro de tu estomago, que se mueve y es una sensacion terriblemente incomoda. Pero no hay otra forma de saber, que lo que vas a decir prontamente, es cierto. ¡Ahi! ¡Ahi esta! Caminando hacia donde te encuentras, y desvias la vista para sonreirle luego, saludarle luego. Una sonrisa tonta pasa por tus labios, pero fugazmente. Has aprendido a disimular, esa sonrisa que hay dentro tuyo, ahora que sabes que se encuentra a tu lado. No puedes esperar, y a penas llegan a aquel lugar, miras la corta calle, y sabes que no te puedes tardar. Unos pasos, y ya le preguntas, si acaso quiere a alguien, de aquella forma especial. Casi no puedes aguantar, ya quieres decirlo.
Caminas, suspiras, respiras. Pero sigue ahi, y no lo vas a cambiar. |