martes, 17 de julio de 2012

"¿Me amas?"


"Como te amo, quiero ayudarte"
"... ¿Me amas?"
"... No hablemos más sobre eso"
Pero no importaba. Porque ella tampoco lo amaba a él. Porque ella sabía que no amaría a nadie más.

viernes, 13 de julio de 2012

País de las no-maravillas.

"¿Cómo llegué aquí?"

Su voz sonaba confundida, y sus ojos reflejaban sorpresa y temor mezclados en un sólo extraño sentimiento que la embargaba casi por completo. Miraba a su alrededor, y veía solamente cosas absurdas. El mundo absurdo.

"¿Qué tipo de preguntas son esas?" Murmuró una figura que surgía de las sombras, repentinamente, sobresaltándola "¿Es que acaso no sabes?"

"No, no sé".

"¿Cómo llegaste aquí?" Preguntó, curvando sus labios en una sonrisa sencilla "¿Cómo llegaste, hermosa desconocida?"

"Te dije que no sé" Contestó ella, a su vez, aunque ahora, sonriendo "¿Dónde estoy?"

"Estás en el País de las No-Maravillas. Por ende, tu nombre no debe ser Alicia. ¿Cómo te llamas?"

"Mischa"

"¿Y qué hiciste antes de llegar?"

"Yo... No lo sé".

"Tonta" Le susurró al oído, atrapándola entre sus brazos "Deberías saber que este mundo es el de los sueños, desvanecimientos. Que antes de venir, te quedaste dormida. Que vienes cada noche, te enamoras de mí, y me olvidas al amanecer".

"¿Enamorarme?¿En un par de horas?"

"Tonta" Repitió, apretándola un poco "Deberías saber que las personas mienten. ¿Miento?"

Ella permaneció en silencio.

"Te amo" Susurró "Te amo, te amo... Te amo, y no quiero que despiertes, Mischa. ¿Recuerdas lo que pasó? ¿Recuerdas cómo llegaste hasta aquí?"

"Me dormí"

"Te dormiste. Te amo, no despiertes nunca".


martes, 12 de junio de 2012

Ahora.


Ahora llueve de abajo pa'rriba,
Y los rayos del sol me enfrían. 
Ahora las fotos matan memorias, 
Y con un "hola" terminan historias.

Ahora necesito un tiempito juntos pa' darme cuenta.
Después necesito un tiempito separados pa' asumirlo.

domingo, 10 de junio de 2012

Flashback.


Espero no haberle molestado Me dice ella, educadamente, levantándose.
Despreocúpese Le digo, exhalando el humo del cigarro con suavidad y calma.
Ella suspira, mirando con molestia mal disimulada cómo éste escapa lentamente de mis labios, que se curvan formando una sencilla sonrisa. Parece irritarle aún más. No recuerdo su nombre. De hecho, jamás le he puesto atención cuando me habla. Sólo asiento. Odio escucharla hablar. Sé que lo importante lo dice al final, ella es de andarse con rodeos. Me levanto también, y la acompaño hasta la puerta, ansioso de que se vaya luego. Ella lo sabe. Los dos lo sabemos más que bien. Se acerca a mi rostro, y con un “adiós” lacónico, roza mi mejilla como despedida. Respiro su exquisito perfume. Elizabeth se lo regaló un día antes de morir, pues decidió que no quería que la recordaran nunca con él. Claramente, sin saber que moriría luego. Parpadeo. La mujer ya se aleja bajando las calles, y yo… yo aún estoy solo, mirándola.

domingo, 3 de junio de 2012

sábado, 2 de junio de 2012

Donde se abren tus pulmones.


Enséñame a dormir, pero no me dejes soñar.
Hazme caer en el abismo de locura
Donde se abren tus pulmones, y se divide el tiempo.
Déjame sonreír en tu pupila.

Todo acabará cuando el cielo se abra,
Así que déjame susurrarte los poemas que escribimos juntos,
Que te cante bajo la lluvia divina,
Saltemos juntos mientras la tinta de tu corazón se expande. 

Aún son las doce del día,
Y tus labios no se separan, no se juntan.
Te pido que me grites en fuego, 
Que me golpees en música. 

Mientras, hacia el cielo llora el crepitar del fuego. 

martes, 29 de mayo de 2012

Saberte.


 Me parecerías mucho más real e imposible cuando eso sucediera. Sin embargo, sentía que era lo correcto, saberte lejos e inalcanzable.

domingo, 27 de mayo de 2012

Aquel fatídico día.

 A veces desearía gritarte. Hay muchas cosas para gritar en tu oído, aunque no me permito a mí misma hacerlo. Cosas como "¡Vuelve a ser la que eras antes, maldita sea!" o "¿¡Por qué tuviste que cambiar tanto!?". Cosas como esas... Pero no puedo. No puedo reprocharte que hayas cambiado, cuando puede que no sea culpa tuya. No hay forma en que yo sepa eso, así que, en la duda, prefiero callar y en silencio, observarte, deseando en silencio que sigas siendo la de siempre. Deseando abrir los ojos, y que todo haya sido un mal sueño: Nunca haberte perdido. Pero te perdí. Te perdí aquel fatídico día, cuando ni yo misma supe que te había perdido. Me lo contaste más tarde, días más tarde. Aún lo recuerdo bien.

Me llevaste a tu habitación, recuerdo la ubicación de tu cama, recuerdo cómo nos sentamos, recuerdo bien aquel espejo frente a mí, dándole la espalda a la ventana. Recuerdo mi sombrero y abrigo negros. Recuerdo que era un cinturón al que le hiciste un agujero, recuerdo bien que me dijiste "Hice algo malo, pero no quiero que te enojes conmigo". Recuerdo que esa noche y ya de mañana lloré. Recuerdo bien cuánto lloré.

Los días siguientes, normales. Los siguientes a aquellos, vino el cansancio. Las constantes llamadas, las constantes preocupaciones. "Lo volvió a intentar". Recuerdo más que bien, la noche en que te despediste de mí, y vi que verdaderamente, planeabas una despedida.Cloro.  Todo era llanto. Los míos también, sentada a la cabecera de la mesa, apoyada en la pared, con un vaso en mi mano. Sólo allí, supe que te había perdido hace mucho tiempo. Pero sólo ahora me doy cuenta de lo que en realidad significa.

Maldigo ese día. ¡Ese fatídico día!

lunes, 21 de mayo de 2012

Domingo, 4 A.M., Lunes.


Guiándome con mis manos entre las confusas paredes, he llegado a dar con la puerta del baño, y en cosa de segundos, la he habierto para dejarme caer al frío suelo compuesto de baldosa celeste llena de puntos negros y blancos. Arrastrándome. Así llegue dentro de él. Todo da vueltas, Dios mío.

"Sabes que estás mal cuando..."

Me apoyé contra la pared. Fría también. Todo estaba frío, así que, con mi brazo medio muerto, tanteando entre toda la obscuridad, prendí aquel diminuto calefactor eléctrico junto a mí, y un escalofrío me recorrió por completo al sentir el agradable calorcillo que despedía.

"... empiezas a escuchar cosas".

No sé de donde salen estos sonidos. Estas voces confusas. Sólo es mi mente, pero aquello me preocupa el doble. Muchos sonidos extraños. Una melodía que me encanta, Neon Trees. Pero no quiero escucharla.

I can be your new addiction

Alucinaciones. ¡No las necesito ahora! You can be my drug Siento que mi cabeza va a explotar, que mi cuerpo se desarma lenta y dolorsamente. Lo detesto. Los escalofríos no cesan, y ahora no dejo de ver un par de ojos brillantes y sonrientes a donde quiera que mire. Cierro los míos, apreto los puños. Cuando vuelvo a abrirlos, estoy tirada en el suelo de mi habitación. Las noticias suenan en la televisión, y comienza un nuevo día...

miércoles, 16 de mayo de 2012

Amar en silencio.


Respiró profundamente. Hallarse entre sus brazos, era todo lo que deseaba en aquel momento. Porque sus abrazos eran deliciosos, y sentía que se perdía lentamente entre su perfume, cual espeso bosque. Que su piel le quemaba, cual fuego o hielo. Pero ahí seguía, hundida, enredándose pacientemente con sus brazos, asegurándose de que no la soltase jamás. Deseando en silencio, que él no se alejara. Nunca más. Porque, al momento de separarse, sabía que continuaría amándolo. Sabía que, al momento de separarse, sería ahogarse penosamente, sería perder todo el aire. Sería una agonía infinita, que no terminaría hasta el próximo contacto. Que no se aliviaría un poco, hasta su próxima mirada.

"¿Qué sucede?" 


"Nada"

Mentiras que siempre la herirán más a ella que a él, pero que continúan sobre sus labios.

Sin inspiración. Ando penca.

lunes, 7 de mayo de 2012

"Te quiero y te querré".

"Te quiero".

Las palabras resuenan distantes, dentro de su cabeza. Sus ojos idos.

"Te quiero y te querré". 

¿Será verdad? ¿Será mentira?

"Te querré, hasta que las hojas no se marchiten en otoño".

Recordó que se hundía en su cabello, restregándose los ojos al mismo tiempo, tiernamente.

"Te querré hasta que las prostitutas pasen de moda". 

Suspira.  Se siente tonta, tarada. Enamorada, quizás.

"Te querré cuando las luces de la calle se apaguen al llegar la madrugada"

Sonríe amargamente, mirando el techo de madera.

"También te quise. Cuando la acera mojada te hacía caer al suelo".

"Cállate, que yo también te quiero".

No, en realidad, nunca quiso que sonara así. Más bien, quería que fuera un "Cállate, que yo también te querré, si sigues mintiéndome así".

Pero sólo suspira.

domingo, 6 de mayo de 2012

A long time ago.



El borde de la indiferencia.
Todo al golpe de las puertas.
El desdén o el repudio,
Al silencio y las miradas.

Amante de tu mirada fugaz,
De tu suspiro cortado, tu voz sepulcral.
Adorando tus pasos callados,
Y tu sonrisa fatal.

Si tan sólo pudiese rozar tus suspiros,
Acariciar tu alegría, 
Y saborear el cálido y dulce,
El distante y confundid palpitar de tus palabras.

Paulina Herrera Campos.

miércoles, 18 de abril de 2012

Miénteme.


Quiero creerte, quiero que me digas una mentira más, que me la digas tiernamente, con tu mirada y tu falso cariño. Dímela en voz baja mientras me pierdo entre tus brazos y me embriago con tu perfume.  Dejemos mi orgullo atrás, porque lo olvidamos hace mucho tiempo. Miénteme y dime que todo es real.

Cuando mientes es hermoso, porque tus mentiras parecen verdades. Tus labios saben a mentiras, todavía resuenan en mis oídos cuando me besas. Las siento palpitar en cada fibra de tu ser cuando me abrazas, y brillan en tus pupilas cuando me miras. Y lo noto, sólo porque sé que todas y cada una de tus palabras, son sólo mentiras. Pero hermosas de escuchar.

Sé que terminaré rota. Que me quiebraré en mil trozos, que dejarás de mirarme y de prestarme atención. Quizás el recuerdo de lo que es ahora, sólo me herirá más en el futuro. ¡Estoy tan desprotegida! Dime otra más, y dime que siempre me querrás. Que me protegerás sobre todo, y que no te importará "el qué dirán".

Miénteme, y cuando te alejes, di que es para no hacerme daño. Di que aún me quieres. Abrázame, y dime que jamás me dejarás ir, y que estaré en tu corazón por siempre. Dime que seremos el uno del otro hasta nuestros últimos días. Dímelo, aunque ambos sepamos que mientes

Miénteme, porque quiero escucharte decir que también me amas.

jueves, 12 de abril de 2012

Llorar por amor.


 "¿Qué podrías saber tú lo que es el amor, si jamás has llorado por uno?". Tus preguntas acompañadas de sonrisas, siempre me hacen regalarte una de vuelta. Me cuestionas sobre cosas que nadie jamás me había cuestionado antes. Es divertido, y me hace feliz, sin importar lo que me preguntes.

"¿Qué podrías saber tú, entonces, lo que es querer llorar por amor, pero no tener uno por el cual hacerlo?". Tus ojos brillan, y es magnífico. Tienes ojos sublimes para mí.

"Bien, pues... ¿Has querido llorar por amor?¿No has llorado por alguno jamás?"

"Sí lo he hecho, pero es más que obvio que nunca fue amor. De seguro... En algún momento, lloraré por el tuyo".

No sé si tu sonrisa se ha desvanecido, o se ha acentuado. Quizás es una mezcla de ambas. Tus ojos siguen brillando, tus manos siguen ocultándose bajo las mangas de tu abrigo. Y a pesar de estar casi perdidos entre la neblina nocturna, de estar prácticamente vagando en círculos sobre este lugar, siento que de pronto, todo se ha hecho más cálido.

"Cuando llores por el mío, sabré que mis llantos han sido plenamente correspondidos".


lunes, 9 de abril de 2012

Pero ¿será posible?

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Si no fueras tú, si no fuera yo. Si jamás te hubiese mirado a los ojos, si el contexto no contara. Si jamás hubiera rozado tu piel, ni hubiese escuchado tu voz.  Quizás, si el viento no me hubiese traído tu aroma... Quizás, no estaría tan enamorado de ti. 

Las horas no se harían tan largas para verte... No me pondría nervioso al escucharte hablar, ni me sobresaltaría al sentir tu aroma. Las sonrisas no escaparían de mis labios, esas que me hacen sentir como un estudiante otra vez, que me hacen sentir como el niño indefenso que, en alguna parte de mi alma, aún soy, y tú logras ver, si no me hiciera tan feliz que te me acerques, con esa forma de ser tuya, que me hace siempre pensar en que estás coqueteando.

Pero... ¿Será posible? Porque siempre pareces tan desinteresada en dejar de ser lo que somos. Porque jamás te has sonrojado, ni has sonreído significativamente.Sólo te dedicas a dar paso a alguna conversación, como si quisieses facilitarme el trabajo. ¿Pero será posible? Porque ya no sé interpretarte.

Si mañana me dijeses "te amo", quizás pensaría que algo no está bien. Que sólo estás jugando. "¿Será posible?", te diría...

miércoles, 28 de marzo de 2012

¿Qué será de nosotros juntos?



Estaba cómodamente sentada escuchando mi clase de religión/filosofía, cuando empezamos a hablar y a darle como tarro a la pregunta "¿Quién soy yo?". Como desde hacía un par de días andaba con una idea similar para escribir un poema, terminé escribiendo en plural... Pero como me da pereza ir a buscar mi cuaderno, prefiero escribir ideas similares en prosa, porque es más relajante. Al menos en computador, sí lo es.

"¿Qué será de nosotros?", me preguntas, posando suavemente tu mirada tranquila sobre mi pupila feliz. Siempre lo haces, siempre empañas mis sentidos, neutralizas todo. Y lo detesto, pero no lo suficiente, como para terminar con este abismo hecho de la mezcla de ternura con locura. No te responderé hoy, no te responderé mañana... Probablemente, jamás te responda cara a cara. Sé que mi respuesta no será una que pueda satisfacerte, pero es la única manera que tengo de contestar a cada una de tus interrogantes... Probablemente, lo detestes tanto como yo a tus palabras desiquilibrantes.

Seremos locura... Seremos pasión, mar embravecido, campo de batalla, y lágrimas caídas. Seremos el luto en cada lugar, el silencio que le sigue a la impresión, la quietud de lo incorrecto. Sé que seremos aquello que romperá con todo, aquello que opresione corazones y lastime sentimientos ajenos. Pero aún no ha de importarnos todo eso.

Seremos la música del concierto, las cámaras fotográficas, seremos recuerdos, paz y gloria. Pero... también seremos el murmullo molesto, los aplausos incómodos y las miradas pausadas. Seremos cada error, ese será el verdadero significado de nuestras vidas.

Seremos la lluvia que cae, seremos los vidrios empañados, la neblina matutina de una mañana de invierno. El viento que haga balancearse suavemente a las hojas durante el otoño antes de caer, el vapor de las bocas, el calor del fuego, el café nocturno.

De nuestra vida, será lo que hagamos de ella. Será todo lo que te he dicho, será un proyecto que no se realizará. Será una hoja de ideas tachada, reescrita, vuelta a tachar. Será un simple borrador tirado a la papelera, pero aún así, será feliz. Será el teclear de mis dedos, será dar el todo por el todo, será aprender mutuamente, pero olvidarlo todo al mismo tiempo. Será la inexistencia del tiempo y del espacio, y será el insomnio que te provoque mi escribir nocturno. Será escuchar a Chopin, será estudiar guerras, novelas que jamás verán la luz, techos altos, otoños largos, luz tenue, ventanas alargadas. Será un resumen de lo que quisimos que fuera, un proyecto de lo que deberá ser.

Básicamente... será un susurro perdido, entre los tantos días que hemos vivido.

jueves, 22 de marzo de 2012

Frenesí.

La arranqué. Con mis uñas a medio morder arranqué la primera capa sólida de mi herida. La arranqué, y grité. Grité como pocas veces, pero no importa. Nada importaba en aquel momento, pues incluso antes de que mi grito dejara de resonar entre las paredes, ya comenzaba a arrancar otra más. Comenzaba a herir mi garganta con los gritos fuertes, pero tampoco me importaba. Con frenesí continué, y cuando no quedó nada, empecé a clavarme las uñas. Empecé a golpearme contra el suelo, a jalar mi cabello, a morderme... Y por eso, terminé con la jeringa inyectándome cualquier cosa que encontré. Por eso tengo cada porquería dentro de mis venas, y las mismas están agujereadas. Cuando nada era divertido, me fui por la costura. Esa es la razón de tener botones en mi piel, de tener agujas en mis piernas, de hilo haciendo cruces en mis costillas. Parezco alfiletero humano. Pensé que podría serlo... Y así fue como terminé de esta manera. Así terminé con la mirada desorbitada y con el aura de locura que asusta a la gente que fingía quererme...

jueves, 8 de marzo de 2012

Stop Kony 2012.

Últimamente, se ha hecho bastante popular una campaña gracias a las redes sociales. Se subió un video de treinta minutos a youtube (más abajo subtitulado), que explica quién es Joseph Kony, qué hace, y qué ha tratado de hacer un montón de gente para poder detenerlo. La verdad es que al principio me dio un poco de flojera ver el video completo, pero luego de hacerlo, puedo afirmar que cada segundo vale la pena. Si no quieren, no lo vean completo, pero al menos los primeros cinco minutos. En las pausas comerciales de algún programa de televisión, mientras descargan un archivo, o esperan que alguien les conteste el messenger.

Joseph Kony es el criminal más buscado por la CCI, y podrían haberlo detenido hace mucho tiempo si fuese más conocido. Por desgracia, el 99% de la población no sabe quién es, ni lo que hace. Ha cometido crímenes atroces, y a pesar de lo fuerte que fue enterarme de todo, me siento mejor ahora que sé quién es. En el video podrán ver qué es lo que hace, aunque pueden buscar en google, y ya fácilmente aparecerán muchísimas respuestas.

Despues de ver este video, no tuve que reflexionar demasiado. Tocó mi corazón desde el primer instante, y me hizo derramar varias lágrimas. Por eso es que me enfurece un poco que las personas puedan actuar tan normalmente después de verlo. Ver que compartimos tantas tonteras y cosas sin sentido en twitter, facebook, entre otras redes sociales, cuando ocurren este tipo de cosas, y nadie se da cuenta, o peor aún, no le toma importancia y sigue como si nada. Espero que no todos seamos de ese tipo de personas. Tómense un poquitito de su tiempo, tienen 24 horas diarias, y utilizar la mitad de una, no les perjudicará.



martes, 14 de febrero de 2012

De relámpagos y gotitas de lluvia.



Es uno de esas típicas noches, donde el cielo es púrpura muy obscuro, quizás un azul marino, o una mezcla extraña de las dos. Esas con relámpagos y truenos, con gotas de lluvia gruesas, pero escasas. Donde ves a personas desde la ventana de tu habitación de segundo piso volviendo de comprar el pan, o lo que sea que hayan salido a hacer, con pantalones cortos y camisetas simples. Lo que es yo, sólo salgo a tomar aire, a alejarme de mi barrio. No sé qué es lo que necesito, pero sea lo que sea, estoy ansioso. El sonido de los truenos me alivia momentánea y ligeramente, mis pasos parecen apresurarse. Mis manos pálidas y delgadas salen de mis bolsillos. He dejado de sentir calor. El frío cala hasta mis huesos, y no sé por qué sea. El viento golpea mi rostro, lleva mi cabello hacia atrás. Son estos los momentos en que no entiendo, ni quiero entender nada. Mis manos deben estar azuladas, pero no me importa. Sigo caminando contra el viento, el agua, el frío... Voy contra todo, y no sé por qué. Mi mano se encuentra con otra mano, pero la sombra del árbol debajo del cual me encuentro cuando esto ocurre, no me deja distinguir la gran cosa. Sólo una figura alta, refugiada bajo un abrigo largo, y una bufanda clara.

"Hola" No, no conozco aquella voz. Quizás sí, pero no la recuerdo. No sé, no puedo estar seguro. "¿Qué haces con este frío, en la calle, y tan desabrigado?"

"¿Quién eres?" Pregunto, sin intención de soltarme todavía.

"Ven, acompáñame" Dice la voz amigable "Ya te diré luego quién soy. Voy al café Cena d'Amore, ¿lo conoces? Ven conmigo".

La lluvia está cayendo más fuerte, y yo me voy de la mano con él. Aún no sé quién es, quizás no lo averigüe tampoco. Tal vez vayamos a un café mediocre, me diga que fue mi profesor de infancia, o que es un amigo de mi hermano. O puede que terminemos en un café agradable, y comience a decir alguna que otra cosa que no me importe demasiado. "Tal vez" son dos palabras peligrosas, en realidad. Pero ya no sé nada. Sólo sé que voy de la mano con él, y sus manos están más congeladas que las mías. Sonrío, porque están más azules también.

Nota: Realmente no sé a qué vino todo esto, sólo sé que realmente habían truenos, y relámpagos cuando empecé a escribirlo, y que la lluvia comenzó a caer más fuerte cuando lo escribí. Puede que haya sido el regalo de San Valentín que merezco por no haber hecho nada en todo el día, más que estar echada escribiendo y leyendo. 

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miércoles, 8 de febrero de 2012

Celos.



"Entonces... ¿Son muy buenos amigos? Me refiero a que... ¿Se conocen desde hace mucho?"

Eso le acabas de preguntar. Porque tus demás preguntas, parecen no obtener ninguna respuesta satisfactoria. Está bien, no son nada, pero al fin y al cabo... ¿Acaso no tienes derecho, a tener esos sentimientos extraños? De todas formas, y sin importar nada, esta pregunta tampoco tiene una respuesta que te satisfaga. De hecho, ni si quiera ha despegado su mirada oceánica del periódico que está frente a su rostro, ni el cigarro recién prendido de sus labios. No por completo. Sólo un par de milímetros, con la mano derecha. Eso es lo que te molesta... Parece que, a él, nada le importa. Parece que no entiende nada que no esté explícito... No sabe leer entre líneas, y eso te desespera.

"No es para tanto"

Un par de palabras intercambiadas más. Definitivamente, no entiende nada. No sirve para nada. Sólo electrifica tus sentidos, sólo sabe ponerte los nervios de punta, darte jaqueca... ¿Quién lo diría? No puedes creerlo, y quizás, tampoco yo, en algunos momentos. ¿Cómo puedes sentir celos? Bueno, en fin... Sólo estoy redactando lo que sucede, así que no tengo mucho derecho a reprocharte nada.

"De todas formas, no te le acerques"

Será un proceso muy largo, para que comprendas todas y cada una de sus palabras... ¿No es así?

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lunes, 6 de febrero de 2012

Recomendando libros.



Bueno, bueno, parto por el principio. El principio es, que jamás he recomendado libros por medio de mi blog, pero siempre hay una primera vez. Quisiera recomendar "Romance del duende que me escribe las novelas", del que podría convertirse en mi autor preferido: Hernán Rivera Letelier. Encontré el título en Feriamix, y anoté el nombre en mi libretita, esa pequeña, que me cabe en cualquier bolsito, que llevo en caso de un arrebato de inspiración en algún lugar en el cuál no tenga computador o cuaderno. Ese mismo día, fui al centro, y me lo compré. Me tardé dos días en leerlo, no lo quería soltar. No es muy largo. 

En fin, me llamó la atención el título (bastante peculiar), y al ver de quién era, me decidí a ver de qué iba. Es una mezcla entre autobiografía de infancia con fantasía. En el libro, Letelier nos cuenta que de pequeño, tuvo su propio duende, que lo acompañó, lo ayudó, entre otras cosas. Como en muchos libros, el lugar en el que se desarrolla, es en las salitreras del norte de Chile. El prólogo es muy bueno, agarra desde un principio. La frase que más recuerdo, que identifica para mí al libro, es: "Más vale callar, si lo que va a decirse no es más bello que el silencio". Se supone que es lo primero que el duende le dijo al autor. A pesar de estar escrito en primera persona, me gustó muchísimo. 

También es altamente recomendable "El escritor de epitafios". Fue mi primer libro suyo, y uno de los mejores que he leído. En cuanto pueda, me compro/descargo "Himno del ángel parado en una pata" (cuya primera hoja ya leí en una biblioteca), y veo qué tal.

{Foto} Minerales entre rocas.

miércoles, 18 de enero de 2012

Tropezar.

Cierra los ojos una vez más. Está enloqueciendo. El calor de esos brazos ya no parece llenarle por completo. ¿Por qué tiene que estar huyendo, ahora? "Las paredes son blancas. Parecen nubes. Y si hubiera más celeste, parecería el cielo", le habían dicho una vez. Cuando aún se abrazaban en los pasillos. Cuando nadie la perseguía por los mismos, con jeringas, sedantes, y gritos enfadados. Cuando no tenía por qué huir.

Tropiezas. 


Ves lo mismo, sólo que desde un poco más abajo. Algunos se agachan para ayudarte, pero dos o tres, corren un poco más hacia ella. Se voltea mientras sigue alejándose. Te mira fijamente a los ojos, y te das cuenta de que está llorando. Esos ojos celestes... Son muy brillantes. Destacan. Es lo único celeste, entre tanto blanco de las paredes, pisos, trajes de enfermeros, doctores... Hacen que parezca el cielo. No, corrijo. Hacen que aparezca.

Nunca has dejado de tropezar.



domingo, 15 de enero de 2012

Je ne sais pas

Y ya nos cayó encima el 2012. Tengo ganas de escribir una entrada, aunque no sé muy bien sobre qué. He estado muy distraída, sintiendo que necesito hacer más cosas, pero sólo no sé qué cosas hacer. Nada me satisface mucho... Aunque, claro, siempre hay cosas que hacer, y que por flojera, no hago. Me contradigo, ya sé.

Quisiera terminar de ver Black Swan. También seguir botando cosas en mi pieza, para vaciarla de a poco. Pintar mis paredes, de un verde pastel. Un cambio de muebles y de orden, tampoco me vendría para nada de mal. Botarlo todo. Leer más libros, quizás. Tomar más fotos, lograr efectos bokeh. Hablar con Catt. Salir con alguien de vacaciones. Aprender inglés.



Ah, para cambiar un poco mi rutina, o ese "no se qué"/"como se llame", voy a comprar una libreta (pequeña) de deseos. Sí, ya sé que es raro... Pero lo haré de todos modos. Para llevarla conmigo, y... bueno, claramente, anotar mis deseos. O una libreta de variedades, para escribirle o dibujarle lo que se me venga en gana, también sería bueno. Muchas libretas.


¿Voy a seguir escribiendo sin sentido? Creo que es sólo mi escritor adolescente interior, que ya no quiere contenerse más.